Precario por vocación. Cuando el trabajo que amas te esclaviza – En retinatendencias.com.

Por Alejandra de la Fuente.

La cultura de la vocación (esa que pone el trabajo como el centro de la vida) sigue pisando fuerte y tiene muchas triquiñuelas para explotar al trabajador o trabajadora. Amar el trabajo que uno hace no es nada malo, pero debe estar ligado a tener derechos laborales.

Imaginen … la casa de la bruja. CXVIII.


Resonancia de los pasos desde el barato enlosado que camináis. Mas proviene de quienes alguna vez lo recorrieron. Vuestros pasos, docentes de centro privado, habrán su resonancia, igualmente, desde otros pasos.

 Pero acaso esta otra omisión os acaece: lo que percibís es el eco de la resonancia de vuestros pasos desde aquellos con quienes aún transitáis vestíbulos.

El terror – The horror.


Mientras usted lee este texto, un obispo católico ha decidido que un sacerdote, revelado como pederasta, sea encubierto y trasladado de parroquia. 

Mientras usted lee este texto, hay contribuyentes que financian aquel encubrimiento y aquel traslado y la continuidad de esta solución.

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As you read this text, a Catholic bishop has decided that a priest, revealed to be a pederast, should be covered up and transferred to another parish.

As you read this text, there are taxpayers who finance that cover-up and that transfer and the continuity of this solution.

George C. de Lantenac – La ciudad de las moiras.


La ciudad de las moiras.

 La neurosis y el suicidio son mecanismos higiénicos de autorregulación en la sociedad de la competición. A modo de “selección natural”, se dan en esta sociedad condiciones de supervivencia que han de aislar a quienes pueden articularse en los procesos de la causa y la finalidad económicas de quienes no.

George C. de Lantenac, Ensayo sobre la Muerte de Jesús de Nazareth. Traducción y derechos de la traducción: Albert Sans ( el texto se reproduce con su consentimiento expreso ). La ciudad de las moiras no traduce ningún título en el texto original y es, sólo, una propuesta del traductor.

Imaginen … la categoría y la especie. CXIV.


Una mujer anciana mendigaba comida ante una detenida verdulería ambulante; tras aparentar brevemente un cálculo, el vendedor levantó una cebolla en la mano y la tendió. La mujer tomó la cebolla y, mirando en los ojos del hombre, la descascarilló primero y comenzó a comérsela después.

 Profesor, profesora, de centro privado: te clasificas en la misma categoría de la comprensión y en la misma especie. En la sociedad de la competición la percepción de la distinción mueve el afán y él da valor a las posiciones prefiguradas. Es lo que llamas voluntad y subjetividad su triunfo.

 Imagina …