Diríase que son loables la aspiración, la inspiración.
Vuestra empresa es esencialmente excelente. En ella la Excelencia sólo puede inhalarse. Estáis más cerca de ser espiritistas que gnoseólogos o causistas. Psicologistas, a vuestro pesar. No obstante, apeláis al afán para alcanzar lo que ya se es, persuadiendo de ello en el vínculo económico al arquetipo, tratando, así, a la clientela como intelectualmente insuficiente – su confirmación producida en el ingreso mensual de los honorarios -.
Tarea de tahúres.